Dentro de unos pocos días, el actual jefe de la Iglesia Católica, quien se hace llamar Benedicto XVI, girará visita a este nuestro terruño para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará este año en Madrid.
Como creo que aquí ingenuos somos lo justo, sabemos que esto supondrá un desembolso económico por parte del Estado (aconfesional, ojo) en un momento en el que según nos dicen día sí, día también, "non hai un peso" para nada...
Vendrán los católicos de pro, pre, pri y pra argumentando que el estado tiene esa obligación en virtud de la jefatura del estado vaticano que el susodicho señor ostenta por democrática elección de unos cuantos privilegiados (llamados cardenales, que digo yo que será porque se ponen morados...).
Pero quienes así pretendan justificar este gasto no deberían olvidar que este viaje es en realidad una visita pastoral. Es decir, viene "en viaje de negocios", a visitar a sus clientes... Por eso debería pagarse él el viajecito. Y si sus clientes le tienene en tan alta estima, que se lo paguen ellos, pero no vía presupuestos del estado, que ahí también pongo yo "parné" y no siento el más mínimo aprecio por este individuo, sino vía boeta...
Y uno, que muy listo no es, pero tonto del todo tampoco, tiene que oír de los representantes de la institución eclesiástica católica en nuestro país (y no sólo en este país) que hay una persecución de los creyentes católicos por parte del gobierno sociata, de los no creyentes, de los creyentes a tiempo parcial y de un señor de Albacete que pasaba por allí. Y entonces uno se informa. Y, sin entrar ahora en detalles, uno llega a la conclusión de que NUNCA EN SU HISTORIA (salvo en esas épocas en las que consiguieron su objetivo: ser la cabeza en la sombra de un Estado teocrático) EN UN ESTADO DEMOCRÁTICO LA IGLESIA CATÓLICA ESTUVO TAN FAVORECIDA POR EL ESTADO.
Y mientras todo esto ocurre en nuestras cabezotas, en el cuerno de África millones de personas están al borde de la muerte por inanición... Pero claro, es que el cuerno de África es el "quinto cuerno"... y la juventud de allí no puede permitirse el lujo de pagarse un viaje a España para estar con el Papa.
