De un país en el que caben cargas policiales contra los ciudadanos que se atreven a mostrar su disconformidad...
De un país en el que los mismos que tiran por la ventana miles de millones del erario público se permiten la desfachatez de luego pretender que estemos convencidos de que la única manera de recuperar el dinero por ellos malgastado es apretándonos el cinturón a los que previamente pusimos en sus manos ese dinero para que fuese bien administrado...
De un país en el que personalidades de cierta relevancia social, ya sea por sí mismos, ya sea por "advenimiento marital" pueden manejar dinero público en su propio beneficio de manera poco transparente...
En el que jueces que pretenden impartir justicia para dignificar la figura de aquellos que sufrieron injusticia pueden ser, a su vez, juzgados a instancias de manos poco claras, aunque se autoproclamen limpias...
De un país en el que la cultura empresarial brilla por su ausencia...
De un país en el que la cultura obrera se autodefine por su contraposición a la clase empresarial...
De un país en el que cabe una iglesia que pretende convertir el estado laico en un estado teocrático...
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