
Claro que lo que no piensan (entre otras muchas cosas) estos individuos es que cuando uno lleva a cabo una acción de protesta, cuando lo que hace es no saludar al ministro aposta, como símbolo de su desacuerdo con las políticas que el tal cargo público lleva a cabo, no cabe hablar de educación. Ni de mala educación.
Pero por si acaso, ya saben. Si no quieren molestar la extremada sensibilidad de esta gente, en la próxima manifestación a la que acudan, nada de consignas tipo:
"¡Queremos pan! ¡Queremos vino! ¡Queremos al "menistro" colgado de un pino!"
¡Por favooooor! Un poquito de educación. Sustituyamos esas vulgaridades por un refinado:
"¡Señor ministro! ¡Si fuera tan amable, nos diera pan y vino! ¡Y de pinos que nadie hable!"
¡Pero qué país! ¡Qué país!
No hay comentarios:
Publicar un comentario